Cuando muere un amor
y se ama intenso
ya siempre en el corazón,
¡Grabado
¡te acompaña y todo!
sin que la mirada del que ya
difunto
pueda agradecer
ni compensarnos
por el dolor que nos causa.
Todo en unas
lagrimas
se comprime,
se extracta,
dolor que explota y grita,
muecas en la boca.
la tristeza
imposible de esconder
que nos hace silencio
y nos participa
como si
de nuestro propio cuerpo
fuese el descalabro…
En esos
momentos la angustia
se respira en el aire,
flota,
“Y como de la rosa su aroma
se recuerda fuera de su tiempo”
¡añoranzas y melancolía!
Badajoz 14/4/2014
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