martes, 25 de marzo de 2014

La esperanza

        

            LA ESPERANZA 


Declaramos abiertamente renegar
de nuestras creencias
y cuando llega el momento
de la imposibilidad del socorro,
la certeza de la ida sin regreso
de la persona amada,

¡Todos sabemos de esa herida!

     ¿No es ese dolor como una bala
que atraviese el corazón
y muerde y desgarra el alma?

     ¡Pues llegado ese momento!
comprendemos
lo infinitamente pequeños,

¡Menos que un suspiro es el hombre!

y nos aferramos a la religión  
o creamos egoístamente
 un nuevo  dios,
y lo adoramos
¡como si en verdad existiese!
una santa mano amiga
             ¡Para salvar o salvarnos!

         Hay gente que se declara atea,
y yo, estoy seguro que mienten…

                  Badajoz a tanto de tantos
                           José Manuel Ferrera Boza.