Una sombra bailarina
paseaba por el puente;
sobre los ladrillos ardientes
un segundo se plantó,
grabó mi cámara...
iba cantando unos tangos,
se paraba...
y luego de nuevo andaba,
y seguía cantando tangos.
de vez en cuando miraba,
¡Al otro puente!
y sin venir a cuento,
con su baile y con sus tangos...
Otra canción cantaba:
Al pasar por Toledo/
me corté un dedo/
me hice sangre/
y una guapa morena/
me dio un pañuelo/
para limpiarme/ (...)
Una sombra bailarina
de mi pueblo y de mi gente
paseaba su alegría
¡Bailando y cantando tangos...
Y una canción española.
Badajoz a tanto de tantos
José Manuel Ferrera Boza