(Primer amor primer dolor)
Fue tan directo y certero
el ya no, en sus labios
y en un momento tan inoportuno
que se notó la traición
y el corazón
siempre rebosante de amor
rompió su armonía
y lo transformó en odio,
rencor.
Se quedó el corazón sordo mudo
y durante mucho tiempo
ni la más linda mujer
logró sacarle una sonrisa.
Por entonces
aun no comprendía
que el amor es una daga fría
que hiere y mata.
Badajoz 16/12/2011
José Manuel Ferrera Boza